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1834.Momentos de la historia de BECHEM
Carl Bechem nació el 24/12/1806 en Elberfeld (un distrito de la actual Wuppertal). Después de asistir a la escuela, realizó una formación comercial en una empresa textil de Elberfeld. En 1828, Carl Bechem se trasladó a Hagen. Con la fundación de la primera fábrica de aceites alemana Bechem & Middelmann puso en 1834 la primera piedra de la empresa actual.
Al principio, ocupaba el centro del interés el comercio con aceites vegetales y animales, así como grasas. Después de un breve tiempo, la empresa cambió de nombre, para llamarse ya solamente con el nombre del fundador, Carl Bechem.
A finales de los años 1820 se desarrolló la industria de rápido crecimiento en torno a Hagen para convertirse en un gran consumidor de lubricantes. De este rápido crecimiento, también se benefició Carl Bechem. Por sus grandes necesidades de lubricante, el ferrocarril se convirtió en su primer gran cliente. Otros importantes clientes fueron las empresas trefiladoras en la cercana Altena.
A mediados del siglo XIX, Carl Bechem atendía ya a un grupo de clientes cada vez más grande. La industria textil, la minería, la fabricación de maquinaria que estaba desarrollándose, y la industria del hierro y del acero dependían de grandes cantidades de lubricante.
A partir de 1861 se llevó aceite mineral en barriles a Europa. Carl Bechem comenzó a experimentar con él y a mezclar las materias primas existentes con las nuevas y a mejorarlas. Las experiencias de largos años con lubricantes vegetales rápidamente le dieron la capacidad a Bechem de lograr éxitos con nuevos productos basados en aceites minerales.
La estrechez de los espacios y un incendio en Hagen a finales de los años 1860, del cual también fueron víctimas los edificios de la empresa, hicieron necesaria una mudanza. La nueva sede fue en la Calle Elberfeld.
En Schweinfurt, Friedrich Fischer construyó en 1883 la primera rectificadora de bolas. Este invento fue la primera piedra para la fabricación de rodamientos modernos, y tuvo una gran influencia en la producción de lubricantes. Bechem estuvo entre los primeros empresarios alemanes que produjeron, además de grasas para coches y ejes, también grasas lubricantes del tipo llamado Stauffer, para piezas de maquinaria de funcionamiento lento.
Referencia de la empresa Luftschiffbau Zeppelin GmbH: «Con gusto confirmamos por este medio que estamos muy satisfechos en todos los aspectos con el aceite que se nos ha surtido para los viajes con el Z II ...y también para nuestros viajes con el Z III...»
Carl Bechem falleció el 09/01/1891 en Hagen a la edad de 84 años.
En 1905 se fundó la empresa Oelfabrik und Raffinerie Carl Bechem GmbH. Los socios eran Ernst Bechem senior (hijo de Carl Bechem), Ernst Bechem junior y Rudolf Bechem.
Con la penetración del rodamiento moderno en el mercado, los lubricantes se convirtieron en un componente importante en muchas aplicaciones técnicas; en la tecnología de máquinas, incluso en un componente integral de la construcción. Con el avance de la motorización del tráfico y el dinámico desarrollo técnico, surgieron nuevas aplicaciones para los lubricantes, que BECHEM supo atender: en la construcción de locomotoras y vagones, en el automóvil, y en la aviación, que se estaba desarrollando.
En los años 1908/09, al adquirir las fábricas de aceite Ernst Schmidt AG, de Düsseldorf, también se adquirió la marca «Star-Oil».
A mediados de los años 1920, formaban parte de la clientela muchas fábricas de máquinas, plantas de la industria textil y papelera, así como la industria del hierro y del acero. La demanda experimentó un claro incremento por parte de los fabricantes de automóviles y proveedores de autopartes. Se estaban desarrollando cada vez más productos para los automóviles. Para la fabricación de motores y componentes, y sus procesos de arranque de virutas, aumentó cada vez más la demanda de aceites para taladrado y para máquinas, así como también de grasas para la lubricación de los vástagos en las plantas de estampado en frío y en caliente. En colaboración con las fábricas de rodamientos de bolas en Schweinfurt, surgieron en 1930 las prestigiosas grasas para rodamientos de bolas y de rodillos W 16, KS-28 y SN-28.
Ya en los años 1930, BECHEM pudo contar con puntos de apoyo en el extranjero en Suecia, Francia, Italia, Rumanía, España, Suiza, Turquía, y más tarde también en los países del Benelux.
En la Segunda Guerra Mundial, el primero de octubre de 1943, Hagen fue afectado por el primer gran ataque aéreo. La planta de la calle Elberfeld solo recibió pocos daños. La planta Rhus de BECHEM se quemó completamente. En el último y más fuerte ataque, el 15 de marzo de 1945, se destruyeron los demás edificios de BECHEM.
Después de los difíciles años de la posguerra, la economía se fue para arriba después de la reforma monetaria. La planta de la calle Elberfeld, reconstruida de manera provisional, resultaba ya demasiado estrecha. En 1951 comenzó la mudanza hacia Hagen-Vorhalle, la sede principal actual.
El sector acerero fue el principal impulsor para el desarrollo posterior de la empresa. La primera línea de producción en caliente de banda ancha de la fábrica de acero August Thyssen, puesta en funcionamiento en 1955, recibió los suministros de lubricantes de BECHEM.
A fines de los años 1950, BECHEM presentó por primera vez una vista general de su surtido de productos en un catálogo a color.
Un punto central del surtido lo constituyeron en los años 1960 los productos para el sector de la construcción, como materiales para separación de encofrados y auxiliares para procesos.
En 1972 inició sus operaciones una nueva fábrica de grasas. El punto central del surtido de productos se desplazó a los productos de grasas lubricantes para la industria pesada y la industria de la construcción, así como a los aceites industriales.
En toda la industria del acero, se utilizaban las grasas lubricantes de BECHEM a gran escala. Clientes como Hoesch, Klöckner, Thyssen y Krupp recibían regularmente grandes cantidades de grasa lubricante. En 1974, BECHEM produjo para la industria del acero las primeras grasas lubricantes con urea para aplicaciones a altas temperaturas: un hito en el desarrollo de los lubricantes.
Para aplicaciones industriales altamente especializadas, se creó en 1976 el Departamento de Lubricantes Especiales. Además de lubricantes para la industria pesada y el procesamiento de metales, el programa abarcaba también productos para la industria alimentaria y para nuevas aplicaciones, como la lubricación de contactos eléctricos, válvulas y plásticos.
En 1986 se amplió la gama de productos con medios de procesamiento de metales bioestables de nuevo desarrollo, las series de productos Fimitol y Avantin (más tarde BECHEM Avantin), y medios para embutición profunda para el conformado de láminas en la industria automotriz.
Se creó el segmento de trefilado de alambre de cobre y metales no ferrosos, y se desarrollaron nuevos productos mezclables con agua. En el segmento de lubricantes industriales se introdujo la serie de productos GA para engranajes abiertos.
En Sudáfrica se fundó la primer joint-venture de BECHEM.
Con medios de procesamiento de metales mezclables y no mezclables con agua se crearon nuevas aplicaciones y se abrieron nuevos mercados. En los años 1970 se llevó a cabo la adquisición de la empresa Fimitol Schmierungstechnik Julius Fischer GmbH & Co. KG.
BECHEM le suministró a Fimitol aceites de brochado para fabricar el dispositivo de transporte desde el cual despegó el cohete Saturno V (programa lunar Apollo). Más tarde, BECHEM produjo lubricantes para las toberas de control de los cohetes Ariane y los medios de trefilado para la fabricación del primer vehículo en Marte.
En 1981 se realizó la introducción en el mercado de la grasa de alto rendimiento a prueba de agua de mar BECHEM High-Lub SW 2 para puntos de fricción abiertos en variadas aplicaciones marinas, entre otras para el ejército alemán.
En los años 1970, no solo el VW sedán viaja con Berulit S en el interruptor de arranque. En el sector automotriz, BECHEM recibió a partir de los años 1980 cada vez más autorizaciones de los fabricantes para lubricantes «invisibles» que aumentaron la seguridad funcional de los elementos de construcción y accesorios.
La caída del Muro de Berlín generó la apertura de mercados que habían estado cerrados por decenios. Con la planta de Ceritol en Gardelegen-Mieste, BECHEM aprovechó la oportunidad de obtener una base en la antigua RDA para atender a los Estados del Este de Europa, asegurar la producción e incrementar sus capacidades.
La planta de Ceritol Mieste se remonta a la empresa Olea Mineralölwerke AG, fundada en 1920 en Fráncfort del Meno. En 1957, Ernst Boeck desarrolló con la marca de Ceritol una grasa lubricante a base de materias primas locales. Esta recibió 30 certificados de patente en Alemania y el extranjero. La grasa, para entonces única en todo el mundo, combinaba propiedades de 20 tipos de grasas. La formulación estaba basada en compuestos complejos entre jabones e hidróxidos metálicos. En 1963, esta grasa fue distinguida con la medalla de oro en la Ferie de Leipzig, y Ernst Boeck fue honrado como «Merecido inventor» de la RDA.
BECHEM también surtía lubricantes refrigerantes a la industria automotriz europea. En los años 1990 se había establecido en el mercado en numerosas aplicaciones de arranque de virutas el programa de Fimitol Avantin.
Un nuevo campo de aplicación es la eliminación de ruidos molestos al interior de los vehículos. BECHEM ofrecía para diferentes fabricantes de automóviles los llamados Noise Damping Service Kits, prácticos estuches de servicio equipados con diferentes medios para amortiguar los ruidos.
En 1998 se creó un nuevo centro de tecnología, con un gran número de nuevos bancos de pruebas, entre ellos un banco de pruebas para ejes de accionamiento, para realizar programas de pruebas específicos para los automóviles. BECHEM se convirtió en socio de desarrollo de la industria automotriz, y los productos de BECHEM estaban representados en cada vez más componentes.
En el año 2000, BECHEM adquirió la empresa Kuhbier Chemie GmbH & Co., de Kierspe. En el curso de la adquisición, se amplió el surtido con productos de protección contra corrosión y de limpieza, aceites de conformado, aceites para estampadoras en frío, aceites para punzonado y corte, aceites atemperantes, así como jabones técnicos.
Los años 2000 estuvieron marcados por el crecimiento internacional y muchas novedades de productos. Para que BECHEM pudiera seguir cumpliendo con las exigencias y los esfuerzos de calidad constantemente crecientes de la industria automotriz, se lleva a cabo la certificación según la norma automotriz ISO/TS 16949.
En 2005 se creó el área de recubrimientos antifricción. La ventaja en comparación con las soluciones de lubricación tradicionales son el secado de la aplicación y la posibilidad de desarrollar determinados sistemas integrales coordinados. Las primeras áreas de aplicación se dieron en la industria automotriz. Con esta tecnología, actualmente BECHEM es proveedor y socio de desarrollo en la fabricación de pistones para motor prémium.
Su presencia internacional se incrementó claramente en los años 2000. En 2003 se fundaron filiales en Francia y en Suiza, en 2004, una nueva sociedad en la India, y en 2005 una joint-venture en Suecia.
El mismo año se creó una joint-venture en Benxi, en la región de Liaoning. Ya un año más tarde, BECHEM produjo las primeras grasas lubricantes en China en nuevas instalaciones de producción.
En 2011, BECHEM fue la primera empresa de lubricantes en producir en serie recubrimientos antifricción con tecnología de microcápsulas. En los recubrimientos antifricción a base de microcápsulas se trata de productos que contienen unas pequeñas cápsulas rellenas de sustancias activas, las cuales les proporcionan determinadas propiedades a los recubrimientos antifricción, por ejemplo una protección contra el desgaste especialmente alta.
En noviembre de 2011, BECHEM fue distinguido junto con otros socios de proyecto del Instituto Fraunhofer, y el Instituto para Máquinas-Herramienta y Tecnología de Producción de la Universidad Técnica de Braunschweig, con el Premio Alemán de Eficiencia en Materias Primas en la categoría de «Instituciones de investigación».
BECHEM demuestra en todo el ancho de banda del trefilado de alambre de aluminio que también es posible hacerlo con emulsiones: productos finales de mayor calidad y entorno de trabajo más limpio.
BECHEM se cuenta entre los oferentes líderes de lubricantes industriales, y se ha ganado una reputación como socio estratégico de desarrollo. A través de la estrecha cooperación con la ciencia y la industria, BECHEM ocupa un lugar de líder tecnológico en muchos sectores, y logra grandes éxitos en desarrollo, con un alto grado de innovación. En la industria automotriz, esto lo confirman las distinciones de importantes proveedores automovilísticos y varios premios de innovación de ministerios federales.
BECHEM es líder mundial en trefilado de metales no ferrosos, y está recorriendo nuevas sendas, por ejemplo utilizando síntesis en el ámbito de trefilado grueso de aluminio, o la conformación masiva en frío libre de fosfatos. BECHEM se cuenta entre los oferentes líderes de aceites para estampadoras en frío, y se ha convertido en un proveedor indispensable de diferentes sectores, p. ej. en los procesos de producción de casi todos los componentes de la cadena cinemática de los automóviles, como el motor, la transmisión, el diferencial, y los ejes de accionamiento.
En el segmento de los lubricantes especiales, BECHEM es líder en lubricantes para contactos eléctricos. En el segmento de recubrimientos antifricción, BECHEM desarrolla y produce para un fabricante líder de pistones un recubrimiento para pistones muy novedoso en su formulación.
Para hacer frente al crecimiento de BECHEM, en 2014 se edificaron nuevos complejos de logística en la planta matriz de Hagen y en la planta india de BECHEM.
En 2016 se fundó una joint-venture para España y Portugal, poco después se fundó una filial en México, y en 2018 una tercera sede en China, das China Technical Service Center de BECHEM.
Además de proyectos especiales para la industria automotriz, BECHEM lanza nuevos y destacados productos en serie, entre ellos un recubrimiento antifricción que se seca al aire para amortiguar los ruidos, que también puede utilizarse en la fabricación de muebles. Además, una grasa lubricante de alto rendimiento que contiene PTFE, con una precipitación de aceite a niveles mínimos únicos, para utilizarse en los componentes mecatrónicos: Berutemp PE 2-10 HS, con la clase de ruido GN 4, impresiona en los cojinetes híbridos de funcionamiento extremadamente rápido por su combinación única de propiedades para alta velocidad con una excelente clase de ruido y alta viscosidad del aceite base. Este es uno de los muchos productos lubricantes para la movilidad eléctrica.
En 2018 se terminarán en la planta de Mieste en Gardelegen un nuevo centro de logística y nuevos complejos de producción para la fabricación de grasas lubricantes. En la planta matriz de Hagen se están proyectando nuevas instalaciones para la fabricación de recubrimientos antifricción. En Hagen y Gardelegen se montan instalaciones fotovoltaicas en los techos de las naves de producción.
En muchas aplicaciones industriales, BECHEM se cuenta actualmente entre los oferentes líderes, en algunos segmentos de mercado, BECHEM es el líder mundial. Con algunas innovaciones, BECHEM está incluso adelantado a su tiempo, por ejemplo al sustituir el aceite mineral no renovable por agua viscosa en los lubricantes refrigerantes.
Una y otra vez, BECHEM presenta innovadores productos en el mercado, que muchas veces representan la chispa inicial para nuevos campos de negocios. Pero BECHEM no va a dormirse en sus laureles de estos éxitos de productos y tecnologías, sino que los aprovechará como incentivo para nuevos desarrollos sustentables. En el futuro, las transformaciones en la sociedad y la economía serán más dinámicas, y también estarán marcadas por innovaciones disruptivas. Estas tendencias tendrán efectos en la forma en que fabrican los lubricantes, en lo que se exigirá de ellos, y en cómo se comerciarán.
Una gestión moderna de las innovaciones, combinada con la ciencia y la práctica, y siempre con el cliente en el centro de la mira, ayudará a seguir desarrollando innovaciones, implementarlas en la fabricación en serie, y comercializarlas. Este compromiso le garantiza crecer a nivel internacional a BECHEM, seguir siendo un socio líder en cuestiones tribológicas, y al mismo tiempo permanecer independiente y autónomo.
Totalmente en el sentido de nuestro fundador Carl Bechem.